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La conservación de los recursos de agua

ara mantener las áreas de tierras con potenciales recursos de agua, se debe preservar su capa vegetativa. Esto requiere evitar perturbar excesivamente la vegetación boscosa con actividades de tala, rozado, pisoteado constante de pastos, y previniendo los fuegos que podrían destruir las plantas del manto terrestre, las cuales aseguran con sus partes aéreas y sus raíces la retención del agua y estructura de la tierra. El uso equilibrado y menos intensivo de un bosque con recursos de agua, y una defensa basada en la prevención de sus características más vulnerables, asegura la conservación de ese recurso para su suministro humano.

La dependencia del agua de los seres vivos

El agua es un recurso imprescindible para la vida sobre la tierra. La vida se originó en los océanos, y la composición química de los fluidos del cuerpo de los animales de la tierra refleja ese origen. La dependencia del agua de los seres vivos es completa; los animales y plantas son en su mayor parte agua. La mayor parte de grupos de animales viven todavía en el agua; sólo un número relativamente pequeño se ha adaptado a la vida en tierra seca.

Se requiere agua para una gran variedad de propósitos; el agua para beber es vital, y ésta debe tener unas condiciones adecuadas de pureza. Si el agua no se suministra en cantidades suficientes por precipitación, debe entonces ser complementado por sistemas de canales, de tal forma que, es una de las causas de malgasto en áreas en que es escasa, porque se pierde en parte por derrames y evaporación durante el almacenamiento y transporte de grandes cantidades. En muchos lugares donde el agua es un bien escaso este sistema es esencial para la supervivencia humana.

El agua en los núcleos urbanos, industria y agricultura

El transporte del agua ha sido siempre de gran importancia; como hecho significativo las grandes ciudades se localizan en su mayoría a las orillas de los océanos, y a lo largo de los ríos y otras vías navegables.

El agua en los núcleos urbanos, además de para beber, sirve a una multitud de propósitos, tales como lucha contra el fuego, limpieza de las calles, higienización, disposición del alcantarillado, etc.

La importancia del agua ha significado que las grandes ciudades crecieran a lo largo de los ríos, o a orillas de los océanos.

La fundición del acero, fábricas químicas, y la mayoría de procesos industriales requieren agua para la conversión de sus productos. Junto con la agricultura, uno de los usos que demandan más agua es la refrigeración en la generación de energía procedente de combustibles fósiles y nucleares, estimándose como las actividades modernas que más volúmenes de agua consumen.

Desde los principios se ha utilizado el agua para desplazarse y viajar, o como fuente de energía; desde el primer barco, pasando por los molinos de agua, y ya en la actualidad para el suministro eléctrico mediante la fuerza de caída del agua sobre unas turbinas generadoras de electricidad.

Demanda y almacenamiento del agua

Aunque el agua es un recurso renovable, las grandes demandas en cantidad y calidad del agua en la agricultura, requiere un suministro cuidadoso.

Después de que la lluvia alcanza la superficie de la Tierra, el agua penetra en el subsuelo y se encauza mediante corrientes subterráneas conocidos como acuíferos, los cuales culminan en ríos y arroyos. Como ya se dijo, el suministro y calidad del agua depende en gran parte del uso de la vegetación y las áreas de tierras con corrientes de agua. Paradójicamente, en muchas partes del mundo donde las lluvias estacionales  forman arroyos con niveles de diluvio, sin embargo quedan completamente secas en otras épocas del año.

A pesar de que el agua está considerada como un recurso renovable, las grandes demandas de la agricultura imprime la necesidad de un suministro cuidadoso. 

Las técnicas de almacenamiento del agua mediante pantanos, diques o depósitos construidos para propósitos humanos, intentan igualar esas diferencias de suministro a causa de las estaciones. Cuando el agua es mal administrada se pierde un alto porcentaje por derramamiento y evaporación. Además, como resultado de un pobre uso de muchos canales para las corrientes de agua, en determinadas estaciones del año el flujo es más agudo, los diluvios destruyen las tierras en los cauces, y se acrecienta la frecuencia de sequías durante las temporadas secas.

Las tierras erosionadas dañan las funciones de los diques, depósitos y otras estructuras. Además, a causa de la mala administración las aguas llegan a quedar contaminadas durante las fases en que se mueven entre atmósfera, tierra y océanos.

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